Conseguir que nuestros hijos comiencen a lavarse correctamente los dientes es una tarea que a veces parece imposible y más aún si hay que enseñarles la importancia que tiene mantener una adecuada salud bucodental. Es importante transmitirles esta responsabilidad para que descubran por si mismos las ventajas de tener una buena salud dental y que desarrollen un hábito saludable. A continuación te ofrecemos unos consejos para educar a tus hijos en salud bucodental:

 ¿Cómo  educar a tus hijos en salud bucodental?

 

Utiliza la diversión

Una de las cuestiones más importantes a tener en cuenta es conseguir que no vean la tarea de cepillarse los dientes como una acción aburrida o tediosa. Es necesario hacerles ver que lavarse los dientes puede ser divertido si se transmite apoyándose en canciones, juegos, historias, etc. Si consideran cepillarse los dientes como una tarea divertida, pondrán menos impedimentos a la hora de  hacerlo.

Utiliza el material adecuado

Hay muchos tipos de cepillos y pastas de dientes en el mercado y es esencial conocer las características de cada uno de ellos. En otro artículo ya hemos hablado de cuál es la mejor pasta de dientes. Para niños, un cepillo con textura suave y un cabezal pequeño es el más adecuado por la sensibilidad de los primeros dientes. Un cepillado sin dolor siempre es mejor.

Predica con el ejemplo

No expliques, haz. Como se suele decir, «vale más una imagen que mil palabras». En este caso es totalmente cierto. Los niños aprenden e imitan mucho de lo que ven. Si pasas tiempo con ellos mientras se cepillan los dientes o incluso haciéndolo tú mismo, les demostrarás que no es algo a lo que tener miedo o rechazo.

Normaliza las visitas al dentista

La primera visita al odontopediatra debe realizarse cuando los niños completen la dentición de leche  para poder prevenir problemas posteriores. Del mismo modo, esto servirá para definir su relación con los dentistas, evitar los posibles desarrollos de rechazos o miedos y crear hábitos saludables.

 

Sé constante y ten paciencia

Fácil de escribir, díficil de hacer. Sabemos que el proceso es duro pero poco a poco, día a día, esto se convertirá en un hábito para ellos y les resultará menos costoso cepillarse los dientes por si mismos. Recuerda, es una apuesta para su futuro que evitará la aparición de problemas cuando crezca.

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