//AÑADIDO COOKIE ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- //AÑADIDO COOKIE ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Chuparse el dedo, ¿tengo que preocuparme por mi bebé? //AÑADIDO COOKIE ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- //AÑADIDO COOKIE -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Los motivos de chuparse el dedo

Los bebés tienen la tendencia de chuparse el dedo como un reflejo natural. Es un comportamiento inherente a ellos ya que es este comportamiento el que les permite conocer como succionar de las fuentes de leche materna.

Los bebés al succionar se relajan y chuparse el dedo les ayuda a dormir, les tranquiliza cuando están nerviosos, cansados, o cuando algo les molesta y les proporciona seguridad, el problema reside en los efectos negativos que tiene la succión del dedo. A los 2-3 años se recomienda que los niños dejen de chuparse el dedo y es también la edad a la que se debe retirar el chupete, por los motivos que ya te contamos en el anterior post.

La edad importa

A partir de los 3 años empiezan los efectos negativos de chuparse el dedo. A partir de esta edad, este hábito puede provocar problemas a la salud bucodental y en la pronunciación al hablar. Del mismo modo, si el hábito persiste puede provocar problemas psicológicos en el desarrollo de la personalidad del pequeño.

Efectos negativos

Cuando el niño presiona dentro de la boca con el dedo, provoca una deformación maxilofacial, de los dientes y que puede presentar alteraciones en el lenguaje. Esta deformación depende de la intensidad y de las horas al día que se chupa el dedo. Los efectos negativos más comunes son:

  • Deformación del paladar hacia arriba creando una forma convexa que afectará al desarrollo de los dientes.
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  • Desplazamiento del maxilar superior hacia adelante y de la mandíbula hacia atrás, creando una maloclusión que produce que los dientes de arriba y de abajo no encajen.
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  • El maxilar superior se desarrolla menos que el resto de la cara porque el dedo ocupa el espacio de la lengua y ésta queda en una posición más baja que impide el crecimiento correcto.
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  • Todas la modificaciones anteriores en el paladar, los dientes y la lengua cambian su capacidad de hablar correctamente y no pronuncian correctamente algunas letras.

 

La primera visita con el odontopediatra es muy importante dado su trabajo permite evaluar la situación del problema. No lo dejes pasar y cuando sea el momento acude al odontopediatra. La salud bucodental de tus hijos te lo agradecerá y su sonrisa vale mucho.

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